A los 18 años, entrando a la universidad se llega a ser madonnas.

Se promueve la amistad en pequeños grupos que fomenten la verdadera femineidad entre ellas y puedan apoyarse en la pureza de María y aconsejarse en cuestiones femeninas. Se les dan razones profundas filosóficas y teológicas en temas específicos que las ayuden a dar razones de su fe en un mundo adverso a ella. Se brindan consejos sobre el noviazgo y se describe la vocación a la consagración.

Su devoción particular es Nuestra Señora de los Dolores, la Mater Dolorosa y Santa Catalina de Siena.

La lucha de las madonnas por conservar su castidad y transmitirla a la juventud tiene modelo perfecto en aquella que permaneció al pie de la Cruz (Jn 19,25).