Con la adolescencia, cerca de los 13 años, la niña se hace guadalupe.

En esta edad sugen más dudas e inquietudes en las niñas por lo que se les forma a base de preguntas y respuestas con el espíritu Tota Pulchra. En esta edad las tentaciones a la impureza en la escuela y en la sociedad son abiertas, se las enseña a abrazar de corazón los valores verdaderos de pureza, a aprender a identificar los errores en ideologías contrarias, a saber darse a respetar por parte de los niños, a evitar las vanidades de la adolescencia.

Su devoción particular es Nuestra Señora de Guadalupe y Santa María Goretti.

Se les ayuda a ser muy cercanas a María como Madre en esta etapa crucial: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?”.

Quiero Unirme